La siguiente clase escuchamos lecturas un poco fuera de lo que normalmente habían seleccionado. Primero leímos un libro titulado todo no terminó, luego escóndete y grita y al final la obra maestra desconocida de Balzac.
La primera lectura es un libro de auto-ayuda para superar un divorcio, me sorprendió mucho que eligieran un tema así para la clase. La metáfora que relatan al principio se me hizo muy tierna y de hecho la use para mi ilustración, pero en realidad a mi no me gustan este tipo de libros prefiero aprender otro tipo de cosas por medio de la lectura.
Después leyeron un libro de terror para niños. Recuerdo que cuando era pequeña a mis compañeros les gustaba mucho esta serie de libros, yo nunca quise leer ninguno, no me gustan las películas de terror y soy muy miedosa. Con el tiempo aprendí a disfrutar primero el suspenso y luego el terror. Al escuchar en clase esta lectura me divirtió pensar en el pavor que sentía con las portadas coloridas con letras verdes y escurridas que realmente ni eran tan terroríficas.
La lectura del final fue muy tediosa, no me gusta ser grosera y no poner atención, porque se que en algún momento voy a pasar yo al frente y no quiero que me hagan lo mismo, pero ni con toda mi fuerza de voluntad pude seguir la lectura. Lo rescatable de esta experiencia es la importancia que tiene la entonación y respetar los signos de puntuación en una lectura. Es un reto pasar al final porque la clase ya esta un poco cansada, y quieren pasar a calificarse rápido pero no es una excusa tampoco, yo he disfrutado varias lecturas que se han leído al final de la clase.